Si detectas una fisura en el vidrio, es recomendable acudir a un especialista lo antes posible. Una pequeña fisura puede crecer con el tiempo y comprometer la integridad del vidrio, lo que puede resultar peligroso. Dependiendo de la ubicación y tamaño de la fisura, puede ser posible repararla o puede requerirse un reemplazo completo.

Las gomas y rollos son elementos sellantes utilizados en diversas partes de un vehículo, como puertas, ventanas y maleteros. Sirven para asegurar un cierre hermético, protegiendo el interior del coche de filtraciones de agua, entrada de aire no deseado y ruidos externos.

La durabilidad de las gomas de un automóvil depende de varios factores, como la calidad del material, las condiciones climáticas y la frecuencia de uso. Sin embargo, con el tiempo, todas las gomas tienden a desgastarse o endurecerse. Es recomendable revisarlas regularmente y considerar su reemplazo cada 5 a 7 años o cuando se noten signos de desgaste.

Sí, al realizar un recambio de vidrio, puedes optar por vidrios ya tintados o aplicar una película tintada después de la instalación. Es importante asegurarse de que el tintado cumpla con las regulaciones y normativas locales sobre opacidad y reflejo.

Al limpiar las gomas, es recomendable usar un paño húmedo con agua y un detergente suave. Evita productos químicos agresivos o aceites que puedan degradar el material. Tras la limpieza, puedes aplicar un acondicionador específico para gomas para mantener su flexibilidad y prolongar su vida útil.

Los vidrios se empañan debido a la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior del vehículo, sumado a la humedad presente. Un buen recambio de vidrio, junto con gomas y rollos de calidad, puede asegurar un sellado hermético, reduciendo la condensación y el empañamiento. Además, algunos vidrios modernos cuentan con tratamientos antivaho que minimizan este problema.